Llevo tiempo anunciando un futuro post con una postboda muy especial y por fin hoy ¡ha llegado!
Mucho se habla ultimamente de aprovechar tu vestido de novia, disfrutar más de él, sacarle partido e inmortalizar el recuerdo con una sesión "Trash the Dress"
El día de la boda, obviamente, todo tiene que estar perfecto, y una tiene mucho más miedo a dañar el vestido, o dar rienda suelta a las fotos que te gustarían porque aún quedan muchas horas para lucirlo pero...¿y después? ¿Por qué no revivir tú día con lo preciosa que estabas? Pero sin tanto nervio, con más frescura y ¡en el lugar que a ti más te guste!
Y como para muestra un botón...¡Aquí está esa postboda de la que tanto os he hablado! Especial sobre todo por ellos, los novios, porque son puro amor y no hay cosa que más me emocione que ser la responsable de que ese amor se sienta más allá de una foto...conseguir que cada imagen tenga alma.
Una pareja tan especial se merece un recuerdo así, ellos se han vuelto a poner en mis manos para darme esa oportunidad así que ni cortos ni perezosos ¡nos fuimos a la playa! Y aunque esta primavera ha sido un poco loca, después de tanto cruzar los dedos tuvimos una luz mágica que les convirtió en más protagonistas si cabe...
Una vez más gracias a ELLOS, que en realidad tienen todo el mérito, a Rafa y a Marta por confiar en mi, por dejarse llevar y disfrutar con mi trabajo. Porque son una pareja ¡ENCANTADORA!
Y muchas gracias a mi enana, mi "ayudante", que pronto será mejor fotógrafa de lo que ella imagina, estoy segura, porque ella es especial.
¡Espero haber conseguido transmitir todas las emociones que sentimos durante la sesión! Sin duda, estoy deseando saber vuestra opinión pero la verdad es que a mi...¡Me encanta el resultado!